Acierto indiscutible de la Editorial Ciencias Médicas es la publicación de este texto, firmado por José Hernán Salas Rubio. Su autor, neurocirujano con más de 50 años de brega en los quirófanos, ha mantenido una producción científica sistemática donde destacan obras de obligada referencia, como Presión intracraneal (1986), Fundamentos de neurocirugía de guerra (1990), Traumatismo craneoencefálico. Temas (2007) y Neurocirugía. Historia, clínica e innovaciones tecnológicas (2012).

En reseña que escribí a uno de estos libros, destaqué la habilidad que posee Salas Rubio para otorgar a sus observaciones clínicas una profundidad vivencial, ya que en cada tema se refleja una de las principales virtudes que debe acompañar a un docente, que es trasmitir actitudes, aserto que se mantiene vigente en esta última publicación. Como reza su título, se incluyen diez temas –cuidadosamente escogidos– que son verdaderamente esenciales no solo pa­ra neurocirujanos, sino para diferentes especialistas que atienden a pacientes que sufren enfermedades del sistema nervioso; también resultan útiles para investigadores y otros profesionales que trabajan en laboratorios experimentales de las ciencias básicas.

Desde el prefacio, el eminente neurocientífico explica que estos temas de estudio no son específicos de la especialidad, pero son importantes para el mejor entendimiento y aprendizaje de los temas propios. Estoy convencido de que un estudio detenido del volumen aportará herramientas imprescindibles para el neurocirujano interesado en la buena evolución de sus pacientes.

El capítulo 1 se ocupa del flujo sanguíneo cerebral y comienza con una certera disertación sobre los elementos anatomofisiológicos; destaca el apartado dedicado a las técnicas recientes de monitorización del flujo sanguíneo ce­rebral y del metabolismo cerebral en pacientes neurocríticos.

Esta obra, que completa el pentagrama de textos dedicados por el autor a la neurocirugía, exhibe vasos comunicantes entre uno y otro te­ma, lo que le confiere fuerza como unidad. Así, por ejemplo, el capítulo 3, dedicado al metabolismo cerebral, analiza el acoplamiento entre este y el flujo sanguíneo cerebral, estudiado en el capítulo inicial. El edema cerebral, que se aborda plenamente en el capítulo 5, ya se ha señalado en los capítulos precedentes. Asimismo, el capítulo 4 aborda la isquemia cerebral, que se retoma en cada uno de los seis capítulos subsiguientes.

En el capítulo 6 se vincula la compresión cerebral experimental con la clínica neuroquirúrgica. Salas Rubio se apoya en cuatro de sus publicaciones anteriores –la primera realizada en 1982–, lo que evidencia una tarea investigadora amplia. Más de 35 años después, el autor po­ne en manos del lector sus resultados, que han alcanzado notable madurez científica. El mejor momento se alcanza al correlacionar la anisocoria y sus variantes con la fisiopatología que ocurre durante la compresión cerebral por balón en el gato.

En el capítulo 7, muerte cerebral, el lector interesado puede encontrar particularidades conceptuales relacionadas con la definición de muerte, como muerte biológica, muerte orgánica, muerte celular, muerte natural y muerte social, entre otras. De elevado valor axiológico son las implicaciones éticas del diagnóstico, donde se subraya la comprensión y solidaridad que deben establecer los médicos que asisten al paciente, y que van a certificar su muerte, con los familiares y allegados del fallecido.

De enseñanza magistral puede catalogarse el capítulo 8, donde el coma se estudia con profundidad. Se inicia con el concepto de conciencia, acuñado por Plum y Posner, y luego se definen sus grados y las características clínicas según las lesiones. Muy acertadamente se establece el diagnóstico diferencial del coma y se divide su etiología en dos grupos: enfermedades que requieren tratamiento médico o que requieren tratamiento quirúrgico. Termina con la conducta a seguir durante la hospitalización, donde se describen procedimientos específicos según las diferentes causas y los fármacos con sus correspondientes dosis.

El capítulo 9 sobre resucitación cerebral se sostiene en los artículos básicos publicados por Peter Safar, padre de la resucitación moderna o reanimación, y en otras publicaciones actuales. En el capítulo 10 (protección cerebral) se dividen en dos grupos las medidas para proteger el encéfalo: las destinadas al soporte de la homeostasis intracraneal y las dirigidas a apoyar los factores homeostáticos extracerebrales que contribuyen a mantener la integridad anatomo­funcional del cerebro. Se insiste en que protección cerebral significa la prevención o disminución del daño neuronal.

Constituyen logros incuestionables del texto el recorrido histórico de cada uno de los temas con el crédito correspondiente que se otorga a cada autor, las posiciones diversas de los científicos, respetadas o criticadas con mesura, y el apartado titulado ‘Recapitulando’, donde se resumen con destreza los aspectos medulares de cada capítulo. Otros méritos radican en la claridad expositiva de las ideas, el tratamiento exhaustivo de cada tema y la solidez de los argumentos con que se defienden los diferentes planteamientos.

Se agradece a Meilyn Sisniega Lorigados el haber plasmado en la cubierta la ilustración de un corte axial del cerebro, matizado en un primer plano por dibujos de elementos que integran la barrera hematoencefálica, un diseño que contribuye al acabado del ejemplar.

Â